jueves, 11 de febrero de 2016

DESTINO, NUESTRO DIOS ETERNO.




Brotó la sangre divina, o por mejor decir,
El icor; que tal es lo que tienen los bienaventurados dioses,
Pues no comen pan ni beben vino negro,
Y por esto carecen de sangre y son llamados inmortales.

Homero, (versos de la llíada, posiblemente el poema más antiguo escrito) 


DESTINO, NUESTRO DIOS ETERNO


Sangre de dioses, inmaculado néctar
Veneno terminal en mortales…


Espada en alto,
 bajando la cabeza en sumisa reflexión.
De mis carnes brotando, fluyendo en espasmos
las ahorcadas situaciones por pasadas.
Simplezas en apresurado tiempo,
sembradas con nombre propio
cual círculo finito
de mí vida temprana, hora amarga.

Batallas continuas, bocanadas sin respiro
campos desolados,
 perdedores de esta última guerra
eterna desde los comienzos del tú y yo, ahora vencidos.
Solo un ganador,
 invisible traicionero, caprichoso vividor.
De argucias y sorpresas valiente conocido,
inalterable en su camino,
 privilegio eterno e inmortal,
Dios y dueño de nuestro destino…


*José Manuel Salinas*
       D.R.


2 comentarios:

  1. "Reflexión"situaciones,perdedores,vencidos,sorpresas y ganadores y quién es el dueño de nuestro destino? importante reflexión amigo y un profúndo e interesante tema para comentar.

    Un privilegio si es leér tus poemas José Manuel.

    Besos



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  2. Josema amis,un placer siempre leerte ,das tanto .y mas quiero leerte siempre.supongo cada uno es dueño del destino que va andando con el lapiz dibujando o esquivando. me encanto,besos al alma.

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