Tú, mi rosa...mi rosa blanca
de la rosaleda destacada,
de envidias
miradas congeladas.
A los pies de Venus
rosa la flor en su origen nacida
abonada y florecida, en este mi corazón.
Rosa blanca, diosa...
Dueña por entero de mi amor
blanca a la luz de alba
de rocío bañada
alma pura, inmaculada.
De hojas en verdor
rosada con la aurora
en explosión de mil sensaciones
de sedas y aromas.
Roja en pasión
secretos de amor
cuidada de fin a fin
por este duende...tú amor.
Destacada toda y por entero
en la rosaleda de mi corazón.
*José Manuel Salinas*
D.R.
Y qué decir de este poema. Impecable, bonito. Ea.
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