La vida me envuelve, me ciega y lleva
papel manido sin color, ni brillo de vivir;
siendo trozo de estraza, con mordiente lazo
prisionero
anotaciones visibles sin valor, escritas por
forasteros,
no hay caricia
Me manda en continuo y, obedezco,
obliga en momentos y, acepto
regañadientes inconforme del ayer,
ya perdido
Un hoy, doblegado en el castigo, su astucia,
penitencia calculada y sin fallo
invisible al sol, diluida en mis años,
sin futuro.
En esta noche, víspera de un mañana
por escribir, blancas son mis letras,
azul, el papel de mi esperanza certera
desde esta traicionera, impuesta soledad,
me revelo
Luchando sin anotar, por mi eterna libertad
al final de mi final, te diré…
¡Vida, jódete!
No hay caricia, ya perdido sin futuro, me
revelo.
*José Manuel Salinas*
D.R.
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